domingo, 17 de julio de 2011

5 Dilemas Éticos de un Comunicador


1. Difundir información clasificada: Mucha de la información que es clasificada como "secreto de estado" o como información confidencial, puede ser de interés público. Es deber de las organizaciones o instituciones que protegen la información de guardarla, pues si esta llegara a caer en manos de algún comunicador, este podría considerarla de interés público y difundirla ante los medios. Estaría en todo su derecho de hacerlo, pues estaría haciendo valer su Derecho internacional a la Libertad de Expresión. El dilema aquí es que si la información clasificada puede causar pánico o desestabilización en la población, no sería correcto publicarla. Entonces, ¿Qué hacer? ¿Hasta dónde puede llegar nuestro derecho a la libertad de expresión? Uno de los dilemas más grandes de los comunicadores.
                                    Ejemplo:




2. Manipulación de información: Esto es algo que se ha visto en los medios de comunicación de Guatemala, pues muchas veces tergiversan la información que tienen en sus manos para su propio beneficio. El objetivo de un comunicador es dar a conocer información real, tenemos credibilidad ante el público, por lo que ellos creerán en lo que nosotros decimos, en base a nuestras publicaciones es que la gente puede formar su opinión sobre algún hecho. Cuando no se da a conocer información que generan los diversos actores sociales, cuando la información es parcial y tendenciosa, entonces decimos, que se está faltando a la ética. No debemos omitir o manipular la información que vamos a publicar en nuestro medio para beneficio propio o de nuestra empresa, ni mucho menos para perjuicio de otros. Entonces, si vemos únicamente solo nuestro beneficio y el del medio en donde trabajamos, podemos ganar mucho, pero entonces nos olvidamos de nuestra esencia como comunicadores.
                                    Ejemplo:






3. Ser imparciales: Todo comunicador debe ser imparcial. No debe ser parte de ningún bando, como por ejemplo en las campañas políticas, un comunicador no puede decir abiertamente a qué partido político pertenece, pues podría manipular a sus seguidores a unirse al mismo partido, por ende no sería una competencia justa. Por el poder que se tiene sobre las masas, nuestro objetivo es informar y comunicar, no imponer y manipular acciones en el público. No podemos jugar con la mente del público, al decirles que es mejor y que no. Todos somos iguales, por lo tanto debemos tratarnos de la misma forma.
                                    Ejemplo:





4. Mensajes Subliminales: Este tipo de mensajes, son usualmente realizados con el único objetivo de “lucrar” y aprovecharse de las personas. Los mensajes subliminales van por debajo del umbral de percepción de los humanos, es por ello que muchas veces no nos damos cuenta de lo que vemos, escuchamos o leemos, pero tenemos un subconsciente que todo lo ve, todo lo graba y todo lo proyecta. Como comunicadores no podemos manipular a alguien ni podemos decirle que hacer o que comprar, debemos respetar su derecho de autonomía y dejar que hagan sus propias decisiones. No debemos manipularlos con mensajes subliminales que nos traerán beneficios monetarios y harán que el público haga lo que nosotros queremos. Aunque no se oiga bonito... EL SEXO Y VIOLENCIA VENDE.
                                    Ejemplo:





5. No aceptar sobornos: Este es uno de los dilemas principales de los comunicadores, NO DEBEMOS DEJAR QUE NOS COMPREN, es más valiosa la verdad que una mentira disfrazada de una verdad. Este es uno de los casos más comunes en los medios de comunicación, pues siendo líderes de opinión pública, tenemos poder sobre las masas y podemos influenciarlos a hacer algo. Pero aquí está el dilema, somos formadores de opinión, NO OBLIGAMOS a la gente. Por ello, recibiendo algún tipo de soborno por fuerzas exteriores, nos veríamos comprometidos, por lo tanto acabaríamos haciendo lo que la persona nos pide, pasando por encima del principio de autonomía de una persona, no dejarlo decidir por su cuenta, sino que imponerle algo. Debemos evitar que el ego prevalezca sobre los valores éticos. Si el periodista llega a aceptar algún soborno, este puede perder su credibilidad como comunicador.
                                   Ejemplo:




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